Tabla de contenido:
- Las características de una persona pasivo agresiva.
- Cambiar el comportamiento pasivo agresivo
- 1. Descubra las causas de su comportamiento
- 2. Comprende el patrón
- 3. Piense antes de actuar
- 4. Aprenda a aceptar emociones volátiles.
- 5. Sea honesto al expresar sus intenciones y sentimientos
El término pasivo-agresivo puede resultarle extraño a sus oídos, pero este patrón de comportamiento se encuentra a diario. En tu vida, debes conocer al menos a una persona pasivo-agresiva. También podría resultar que usted mismo tenga esta tendencia. Pasivo-agresivo es la forma en que una persona transmite la decepción o la ira en un alias implícito e indirecto. Por lo general, esta actitud está impulsada por el miedo o la renuencia a expresar directamente las emociones negativas.
La agresión pasiva generalmente se caracteriza por albergar emociones negativas de modo que estas emociones reprimidas se revelen inconscientemente a través de sus acciones o palabras. O a menudo siente que otras personas no pueden comprender y cumplir sus deseos, pero usted no puede estar enojado. Al final, simplemente silenciará a la persona hasta que se dé cuenta del error que cometió. ¿Sientes que experimentas esto a menudo? Siga leyendo para conocer la explicación a continuación para ver si es una persona pasivo-agresiva y cómo cambiar este comportamiento.
Las características de una persona pasivo agresiva.
Aunque muchas personas son pasivo-agresivas, este rasgo no se reconoce fácilmente. En la mayoría de los casos, las personas pasivo-agresivas ni siquiera reconocerán o posiblemente negarán que tienen esta tendencia. Por lo tanto, preste mucha atención a los siguientes rasgos y ejemplos de comportamiento pasivo agresivo. Si cree que la mayoría de los signos enumerados se aplican a sus circunstancias, es posible que sea una persona pasivo-agresiva.
- Malhumorado y enfurruñado cuando está molesto
- Estallido de emociones para evitar conflictos.
- No le gusta hablar francamente
- A menudo usa el sarcasmo o el sarcasmo
- Termina una discusión o pelea con palabras como "Lo que sea", "Está bien" o "¡Está bien!”
- Piensa siempre en negativo y cínico
- Con desconfianza
- A menudo se queja de que no es apreciado o que siempre lo engañan.
- Tiende a culpar a las circunstancias oa otras personas cuando comete errores
- Apesadumbrado si se le pide o pide ayuda
- Olvidarse deliberadamente, postergar o no completar un trabajo de manera óptima si se opone a que el trabajo se realice
- Espero que otras personas puedan entender lo que piensas y sientes.
Cambiar el comportamiento pasivo agresivo
La agresión pasiva es un patrón de comportamiento que se aprende y se desarrolla por sí solo, no se hereda genéticamente. Entonces, cualquiera puede cambiar este comportamiento si tiene una fuerte motivación. Por lo general, este comportamiento aparece lentamente desde que eras niño. Si su hijo crece con amenazas o castigos cada vez que muestra emociones negativas, también aprenderá a reprimir esas emociones y evitar instintivamente las peleas. Sin embargo, este comportamiento también puede ocurrir si una persona nunca ha aprendido a expresar abiertamente sus opiniones o sentimientos. Podría deberse a la falta de comunicación abierta con los padres y cuidadores o porque a los niños se les enseña que la ira es una emoción inaceptable. Aquí hay cinco claves clave que una persona pasivo agresiva debe dominar para controlar sus tendencias.
1. Descubra las causas de su comportamiento
Al conocer las causas de su comportamiento pasivo agresivo, se dará cuenta y aceptará que este rasgo no beneficiará a nadie. Mantener este rasgo equivale a causar problemas con quienes te rodean. Por ejemplo, supongamos que comenzaste a actuar pasivamente de manera agresiva porque tus padres eran de la misma manera en ese entonces. A partir de ahí, aprende que este rasgo en realidad causa una brecha entre usted y la relación de sus padres. Para no repetir los mismos errores, estará más motivado para cambiar su naturaleza actual.
2. Comprende el patrón
La agresión pasiva debe aparecer cada vez que haya un disparador. Entonces, realmente comprenda sus patrones de comportamiento. Esto se puede hacer llevando un diario con regularidad para que pueda mirar hacia atrás en ciertos eventos con una visión más objetiva. Con el tiempo, conocerá los factores desencadenantes de su naturaleza pasivo-agresiva. Esta experiencia y conocimiento se convertirá en una referencia cuando las emociones negativas comiencen a golpear. Si ya siente signos de agresión pasiva en sus palabras o acciones, reprima y oblíguese a repensar antes de que sea demasiado tarde.
3. Piense antes de actuar
El truco consiste en utilizar la lógica. Por ejemplo, suponga que está molesto porque su pareja había comido antes de recogerlo. Antes de empezar a enfurruñarse y silenciar a su pareja, piénselo primero. ¿Le pediste que comiera antes? ¿O esperas que él ya sepa que quieres comer juntos? Tenga en cuenta que otras personas nunca podrán cumplir sus deseos si usted nunca transmite directamente lo que desea.
La lógica parece simple, pero cuando estás bajo una rabia emocional, generalmente es difícil pensar con claridad. Para hacerlo más fácil, cree su propio mantra especial para practicar el hábito de pensar antes de actuar. Por ejemplo, recuerde que no es trabajo de otra persona leer sus pensamientos, pero debe expresarlos usted mismo.
4. Aprenda a aceptar emociones volátiles.
Las personas pasivas agresivas tienen dificultades para manejar emociones negativas como el dolor, la decepción o la ira. Por eso prefieres no mostrarlo en persona. Por eso debes aprender a comprender que las emociones negativas son normales, tanto para sentir como para expresar. Nadie es perfecto en este mundo, por lo que cualquiera puede enfadarse o entristecerse. Si tiene problemas para procesar estas emociones, puede confiar en amigos en los que confía o buscar ayuda profesional, como consejeros y psicólogos.
5. Sea honesto al expresar sus intenciones y sentimientos
Adquiera el hábito de ser honesto y abierto cada vez que sienta una determinada emoción. Si bien la franqueza corre el riesgo de causar una pelea o conflicto, al menos cuando pelean pueden comunicarse entre sí y aclarar los puntos de los demás. De esa manera, será más fácil resolver problemas que si simplemente se queda callado y espera que otras personas puedan cambiar de acuerdo con sus expectativas. Además, no todas las peleas son malas, de verdad.