Tabla de contenido:
- Causas de las fracturas por estrés (fracturas) debido al ejercicio
- 1. Aumentar la frecuencia del ejercicio.
- 2. Mayor duración del ejercicio
- 3. Mayor intensidad del ejercicio
- 4. Cambiar la superficie deportiva
- Síntomas que aparecen si tiene una fractura por sobrecarga (fractura)
Una fractura por estrés es una condición en la que un hueso se agrieta, por lo general la fractura es bastante leve. Se llama fractura por estrés (también conocida como "fractura por estrés") porque es causada por una presión repetida, incluso excesiva, sobre el hueso, como saltos continuos o carreras de larga distancia. El dolor asociado con las fracturas a veces pasa desapercibido para usted, pero tiende a empeorar con el tiempo. El dolor generalmente proviene de una ubicación específica y disminuirá con el reposo. Puede experimentar hinchazón alrededor del área que tiene la fractura por estrés.
Sus huesos necesitan un equilibrio adecuado entre energía y descanso, así como una buena nutrición y la forma correcta de ejercicio para mantenerse saludables. En el deporte, debes realizar los ejercicios adecuados para evitar lesiones, incluidas las facturas por estrés. Aquí hay algunos errores en el ejercicio que pueden provocar fracturas por estrés.
Causas de las fracturas por estrés (fracturas) debido al ejercicio
Las fracturas por estrés a menudo son el resultado de un aumento en la cantidad o intensidad de la actividad que es demasiado rápido. Nuestros huesos se adaptarán a un aumento gradual de carga mediante la remodelación. Es un proceso normal cuando los huesos llevan una carga cada vez mayor. Si el hueso se ve obligado a ajustarse al peso adicional en poco tiempo, aumenta el riesgo de esta condición de fractura. Si hace mucho ejercicio, estos son algunos de los errores comunes que comete.
1. Aumentar la frecuencia del ejercicio.
Los atletas que aumentan el número de sesiones de entrenamiento sin dar a sus cuerpos el tiempo suficiente para adaptarse pueden correr riesgo de sufrir fracturas por estrés. Por ejemplo, los corredores ocasionales que están acostumbrados a entrenar dos o tres veces por semana pueden desarrollar fracturas en los tobillos, tobillos o espinillas si cambian repentinamente a seis veces por semana.
2. Mayor duración del ejercicio
Aumentar la duración de las sesiones de entrenamiento demasiado pronto puede provocar fracturas óseas. Por ejemplo, un bailarín de ballet que está acostumbrado a realizar sesiones de entrenamiento durante 30 minutos al día podría desarrollar una fractura por estrés si aumenta sus sesiones de entrenamiento a 90 minutos o más.
3. Mayor intensidad del ejercicio
Incluso si no cambia la frecuencia de su rutina de ejercicios, el cambio en el nivel de energía de su entrenamiento aún puede causar fracturas óseas si su cuerpo no tiene tiempo para adaptarse al nuevo nivel de intensidad. Por ejemplo, supongamos que un atleta que corre está acostumbrado a 30 minutos de niveles moderados en una máquina. entrenador eliptico cada semana, podría tener una fractura por estrés si cambiara a tres sesiones de entrenamiento con una combinación de sprints y pliometría. El mismo fenómeno puede ocurrir cuando los atletas aumentan drásticamente la velocidad.
4. Cambiar la superficie deportiva
Los atletas que están acostumbrados a un tipo de superficie deportiva pueden sufrir fracturas si cambian a un nuevo tipo de superficie. Los ejemplos incluyen cambiar de una cancha de tenis sobre césped a una de tierra batida, cambiar de césped natural a césped artificial o pasar de correr en una cinta para correr a correr al aire libre.
Después de conocer las cuatro condiciones anteriores, se recomienda encarecidamente a un atleta u otra persona que practique deportes que aumente el ejercicio gradualmente para reducir el riesgo de fractura por estrés.
Síntomas que aparecen si tiene una fractura por sobrecarga (fractura)
El síntoma principal de una fractura por sobrecarga es el dolor y la sensibilidad en el sitio de la fractura, aunque algunas fracturas tienen pocos o ningún síntoma. Otros síntomas son:
- Dolores y molestias que se pueden sentir profundamente en los pies, los dedos de los pies, los tobillos, las espinillas, las caderas o los brazos. El centro del dolor es difícil de determinar, porque el dolor se siente en toda la parte inferior de la pierna.
- Dolor que puede desaparecer cuando descansa, pero persiste cuando vuelve a la actividad. Por ejemplo, dolor en el pie o en el tobillo que se produce cuando el pie aterriza en el suelo al caminar o bailar, pero desaparece al finalizar una sesión de entrenamiento. O dolor en el codo o en el hombro que solo ocurre al lanzar o atrapar la pelota. Es posible que el dolor no comience al comienzo del ejercicio, pero puede desarrollarse en el mismo punto durante la actividad.
- Sensaciones de debilidad en los pies, tobillos o extremidades, con o sin dolor. Es posible que un corredor de repente no pueda correr a la misma velocidad o distancia que antes sin sentirse cansado o débil en las piernas, aunque esto ocurra sin dolor.
- Hinchazón. El tejido blando alrededor de la fractura puede hincharse y sentirse levemente sensible al tacto. También pueden presentarse hematomas, aunque esto es raro en la mayoría de los casos.
- Dolor que se concentra en determinadas zonas del cuerpo durante la noche. El dolor en ciertas áreas, como los pies, los tobillos o las caderas que aparece por la noche, a menudo se asocia con una fractura por estrés, incluso si el dolor no interfiere con las actividades deportivas.
- Dolor en la espalda o en el costado. El dolor que es molesto en la espalda a veces puede ser un indicador de fracturas en las costillas y / o en el esternón, lo que puede ocurrir en atletas en deportes como remo, tenis o béisbol.
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