Tabla de contenido:
- ¿Cuáles son los desencadenantes de la sarcopenia?
- 1. Movimiento perezoso
- 2. Estilo de vida sedentario
- 3. Dieta desequilibrada
- La enfermedad crónica también puede ser un factor de riesgo de sarcopenia
La sarcopenia es una condición de degeneración muscular con la edad. La sarcopenia se produce debido a un choque entre las señales de anabolismo (formación) y catabolismo (destrucción) de las células musculares. Como resultado, se destruyen más células musculares de las que se forman recientemente. Los efectos o síntomas de la sarcopenia son difíciles de reconocer para otras personas. Pero las personas con sarcopenia generalmente experimentan debilidad que aumenta con el tiempo, fuerza de agarre de la mano reducida, resistencia reducida, movimientos más lentos, pérdida de la motivación para moverse y pérdida de peso sin razón aparente.
La sarcopenia es una afección común en la vejez. Puede perder el 3% de la fuerza muscular anualmente después de los 50 años. Sin embargo, hay varios factores que hacen que la sarcopenia ocurra antes.
¿Cuáles son los desencadenantes de la sarcopenia?
1. Movimiento perezoso
La sarcopenia a menudo ocurre en personas que no practican deportes, también conocidas como perezosas para moverse. Sin embargo, la sarcopenia también puede ocurrir en personas activas. Estas son algunas de las razones por las que algunas personas pierden masa muscular:
- Disminución de las células nerviosas sanas del cerebro que envían señales para la formación de células musculares.
- Disminución de la concentración de varias hormonas corporales como la hormona del crecimiento, testosterona y factor de crecimiento similar a la insulina (IGF).
- Función deteriorada del cuerpo para digerir proteínas en energía.
- El cuerpo no absorbe suficientes calorías y proteínas para mantener la masa muscular.
2. Estilo de vida sedentario
El músculo que nunca se utiliza para trabajar es un factor importante para desencadenar la sarcopenia. La contracción muscular cuando se trabaja con los músculos es muy necesaria para mantener la masa muscular y fortalecer las células musculares. La sarcopenia puede presentarse cuando una persona nunca ha hecho ejercicio, o está experimentando una enfermedad crónica o un accidente que le obliga a descansar en la cama durante largos períodos de tiempo.
Un período de dos a tres semanas de inactividad puede conducir a la pérdida de masa muscular y fuerza muscular. Ciertos períodos de inactividad tienen el potencial de hacer que los músculos se debiliten y provoquen fatiga crónica. Como resultado, el nivel de actividad de una persona tenderá a disminuir y será cada vez más difícil volver a un nivel de actividad normal.
La falta de actividad física es una causa importante que debe abordarse porque la fuerza muscular depende en gran medida de los patrones de actividad de una persona. Haga algunos tipos de ejercicio, como entrenamiento de fuerza muscular, como levantar pesas y ejercicios aeróbicos. Si tiene problemas para comenzar a realizar actividades activas, pruebe con un tipo de ejercicio leve, como caminar con regularidad.
3. Dieta desequilibrada
La forma de prevenir el riesgo de sarcopenia es comer más alimentos ricos en proteínas. El cuerpo necesita un equilibrio entre la ingesta adecuada de calorías y proteínas para mantener la masa muscular. Pero, lamentablemente, a medida que envejecemos, los cambios en la dieta y la ingesta de calorías tienden a ser difíciles de evitar. Esto se debe a una disminución en la sensibilidad de la lengua para saborear los alimentos, dificultad para digerir los alimentos, problemas de salud bucal o dificultad para acceder a los ingredientes alimentarios. Al menos los adultos y los ancianos necesitan entre 25 y 30 gramos de proteína consumidos en cada comida para mantener la masa muscular.
La enfermedad crónica también puede ser un factor de riesgo de sarcopenia
La larga duración de la enfermedad no solo reduce la calidad de la salud, sino también la capacidad de una persona para realizar actividades. Esta afección puede provocar la pérdida de masa muscular debido a la inflamación y el estrés en el cuerpo.
La inflamación es una condición normal que generalmente ocurre después de que una persona experimenta una enfermedad o lesión. La inflamación juega un papel en el envío de señales al cuerpo para que lleve a cabo el proceso de regeneración celular. Sin embargo, las enfermedades crónicas pueden provocar procesos inflamatorios a largo plazo que alteran el equilibrio de la formación de nuevas células musculares y provocan la pérdida de masa muscular. La inflamación crónica que puede reducir la masa muscular puede ocurrir en personas con enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), artritis reumatoide, enfermedad inflamatoria intestinal, lupus, quemaduras graves y tuberculosis crónica.
Las enfermedades crónicas también pueden desencadenar sarcopenia debido a un estrés severo. El estrés puede agravar el proceso inflamatorio y disminuir el estado de ánimo para la actividad. El estrés severo que puede desencadenar la sarcopenia tiende a ser experimentado por quienes padecen enfermedades renales, insuficiencia cardíaca crónica y quienes padecen cáncer.